Tomás el volante. A tu lado, un acompañante que te indica qué hacer, cómo y cuándo. Girás la llave, y lo mirás para que te diga cuál será tu próximo movimiento. ''Pisá el embriague y poné primera mientras lo soltás lentamente'' Hacés lo que te dijo. ''ahora poné segunda, acordate del embriague. Vas a ir un poco más rapido. Tené cuidado, no arranques de golpe''. Lo hacés. Te aclara: ''cuando quieras frenar, poné punto muerto''. Hace dos minutos te encontrabas sin saber que hacer. De repente estás transitando un camino, el cuál puede presentar obstáculos cuando menos lo esperás. El trabajo del acompañante ya está hecho. Él te indicó cómo arrancar y cómo hacer para frenar luego. Ahora es tu turno. Vos manejás, vos transitás el camino, vos presenciás los obstáculos y vos sos capaz de superarlos. VOS sos el responsable de manejar ese trayecto largo y complicado, que te va a ayudar a llegar a destino... si sabés como manejarlo. TU VIDA ESTÁ PASANDO, Y SE ENCUENTRA EN TUS MANOS.
